05 junio 2006

Nota de Opinión Diario 168 Horas 7/04/06

"La complejidad de los problemas que afectan a San Isidro necesita de una Gestión Abierta a la participación vecinal"

*por Santiago Cafiero

Pensar en San Isidro, implica en la actualidad, reflexionar sobre algunas cuestiones relacionadas con el estilo de gestión local más adecuado a la nueva realidad nacional y provincial, y sobre todo a las demandas de nuestra comunidad.Aun existen quienes se resisten a comprender que hemos dejado de ser un municipio "Distinto". Visión propia de una concepción centralizada del ejercicio de poder y toma de decisión en la gestión local. No da cuenta de los fuertes condicionamientos que sufre una comunidad sujeta cada vez más a mayores complejidades producto de la realidad socio-política nacional y una historia local reacia al trabajo regional o descentralizado, a la articulación con los estadios provinciales y nacionales. San Isidro hace tiempo que dejo de ser esa “joya aislada" de las problemáticas y crisis que involucraron a las instituciones de la democracias y al conjunto de la sociedad argentina en los últimos tiempos.Inseguridad, violencia, precariedad laboral, vecinos con necesidades básicas insatisfechas en forma estructural, son algunas de las realidades que hoy atraviesan a nuestra comuna. Ya no hay espacio para el aislamiento, para las soluciones de laboratorio tomadas en soledad y entre cuatro paredes. La sociedad debe tener la posibilidad de trabajar sobre sus problemáticas, proponer soluciones y controlar la ejecución de las políticas municipales. Desde la nación se promueve este trabajo descentralizado, desde la provincia se incentiva a la participación ciudadana, y en San Isidro seguimos aplicando la vieja receta del Municipio rígido, burocrático y centralizado. Eficaz para el control político pero incapaz de generar soluciones creativas.En nuestros días el fenómeno de la globalización, interdependencia económica, explosión de las interrelaciones étnico/ culturales, arrojan un nuevo mosaico de problemáticas. Las cuales sumadas a la crisis particular del país, 11% de desocupación, 32% de pobres, exclusión social, etc., presentan una complejidad de magnitud histórica. Así, el fortalecimiento del espacio local cobra una significación fundamental, no sólo para la defensa de la vapuleada soberanía, sino también como ámbito de resolución flexible y sensible a los problemas más cercanos, más cotidianos. La administración municipal es la instancia más próxima al ciudadano, es el primer ámbito en el que el hombre desarrolla la actividad política, ante su gobierno los ciudadanos hacen valer, de forma primera, sus derechos y reclamos. El gobierno municipal tiene que dejar atrás el rol de mero administrador de recursos y ente burocrático, para comenzar a afrontar realidades mucho más enmarañadas, relacionadas con la contención social, con el desarrollo de sus comunidades y con la articulación de distintos actores locales. El vecino cotidianamente se enfrenta a nuevas realidades que demandan soluciones creativas y amoldadas a la particularidad específica del caso. No puede esperar longevos pasos administrativos, que muchas veces demarcan la circularidad de un expediente estéril y sin sentido. No podemos esperar que todo sea resuelto a través de las estructuras o recursos del Gobierno Nacional y Provincial, máxime si tenemos en cuenta que San Isidro cuenta con la infraestructura adecuada y con recursos presupuestarios envidiables por cualquier municipio del país, gracias al elevado nivel de compromiso ciudadano con respecto a la recaudación, en concepto de tasas municipales. Es cierto, por otro lado, que la disponibilidad de los más de $160 millones de presupuesto tiene un necesario proceso de negociación con la provincia. Sin embargo el ejercicio de la gestión y la aplicación de políticas adecuadas les corresponden a las autoridades municipales.Los problemas de San Isidro necesitan de una Gestión Abierta a la participación vecinal. El Gobierno municipal debe promover que los vecinos sean parte de las decisiones que los involucran en cada barrio y localidad del distrito. Una gestión inclusiva que los haga sentir responsables y protagonistas del proceso de cambio de la realidad comunal. Para ello es importante construir institucionalmente ámbitos que permitan la discusión de las diferentes problemáticas vecinales que se plantean en cada lugar de nuestro municipio así como también mecanismos de participación que deben ser iniciativa de nuestro Cuerpo Deliberativo. Los vecinos tienen derecho a ser parte de la elaboración del diagnóstico de los problemas, la fijación de metas y objetivos para su resolución, donde las organizaciones de la comunidad, los profesionales, las autoridades y los representantes políticos podamos pensar en un San Isidro para Todos.

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